miércoles, 10 de septiembre de 2014

Comicópolis 2014: Invitados Internacionales



Desde el 18 y hasta el 21 de Septiembre se realizará en el predio de Tecnópolis la segunda edición del evento Comicópolis (toda la información del mismo se puede encontrar aquí: Link). En su primera edición el evento contó con la participación de múltiples invitados locales y de la región (por ejemplo, Carlos Nine, Ariel Olivetti, Quino, Eduardo Risso, Renato Guedes) e internacionales (David Rubín, Joos Swarte, y especialmente Bill Sienkiewicz). Este año la apuesta es mayor, y mi objetivo del día es comentar un poco algunos de estos invitados y sus principales hallmarks.



Guy Delisle


Este historietista (porque es un autor integral, tanto guionista como dibujante) es canadiense pero vive en Francia. Bueno, vive es muy amplio. En realidad vive por todos lados. Ha pasado meses y hasta años enteros viviendo en diversas partes del mundo, conociendo desde adentro el día a día de países exóticos. Su obra más destacada es Pyongyang (2003), un relato de los días del autor viviendo en la capital de Corea del Norte, un país bastante cerrado al mundo, regido por una dictadura totalitaria comunista, basada en la figura de su gobernante Kim Jong-Li. La forma en que se relatan los detalles cotidianos, la relación del protagonista con la gente local, extranjera y hasta con la arquitectura de la ciudad son los puntos claves de la obra. El dibujo de Delisle es simplista, lo que queda muy acorde con el tono de la novela. Uno termina encariñándose con el día a día del personaje (que no es más que el propio Delisle). Para los locales, tiene muchas cosas que recuerdan a Liniers.

Otros tres trabajos del autor tienen el mismo tono: Shenzen (2000) (China), Crónicas de Jerusalén (2011, Chroniques de Jérusalem) (Israel) y Crónicas birmanas (2008, Chroniques birmanes) (Myanmar). Tiene otro trabajo en el mismo tono, pero con otra premisa: Guía del mal padre (2013, Le guide du Mauvais Père). Muchos de los viajes de Delisle se deben a su trabajo como animador y el trabajo de su pareja en Médicos sin Fronteras (Médecins Sans Frontières).


Muy recomendable y destacable el trabajo de este autor que combina el periodismo, la autobiografía y el comic book. 






Kyle Baker


Este autor estadounidense es un tanto extraño. También suele realizar obras integrales, como guionista y dibujante, pero no considero que esté a la misma altura en cada una. En lo personal prefiero su trabajo como guionista. Sus dibujos tienen un estilo cartoon, a veces algo desacorde con los relatos. Salió a la luz con una muy buena novela titulada Why I hate Saturn (1990), bajo el subsello Piranha Press, de DC Comics. Esta novela cuenta la historia de Anne Merkel, una escritora alcohólica que vive quejándose por su mala suerte para conseguir pareja, una especie de sitcom. Pero un día aparece su hermana, que dice ser la "Queen of the Leather Astro-Girls of Saturn" y comienza una serie de hechos conectados que van cambiando la forma en que la protagonista ve el mundo. Considero que es su mejor laburo y el mejor dibujado. El toque de comedia sarcástica, los diálogos y la personalidad de la protagonista están muy bien logrados. 


Otro trabajo destacado del autor es I die at midnight (2000), para Vértigo, relacionada al último día del siglo, con un protagonista que intenta suicidarse ingiriendo una pastilla, pero se arrepiente y tiene pocas horas para conseguir un antídoto. Todo relatado en un estilo muy particular, sin globos de diálogo, sino mas bien como una revista de imágenes con epígrafes. Peculiar.

Tiene una pequeña historia que es la más atractiva para mí, Lester Fenton & the Walking Dead (1992), dentro del segundo número de Fast Forward, una revista antológica de Piranha Press. Trata sobre zombies, sí, pero en un sentido cómico y bien narrado, como un background para el desarrollo de Lester Fenton, un adolescente que consigue una cita para el baile con la animadora, el mismo día que su padre revive junto a otros zombies que deciden (sí, deciden) atacar a los jóvenes que van al baile.



Baker también es reconocido por su trabajo en The Shadow, serie de DC Comics de finales de los '80 con el clásico personaje de las novelas pulp de los años '30. Coguionizó junto a Victor Gischler Deadpool: Merc with a Mouth (2007) y Deadpool Max (2010-2012) junto a David Lapham, entre muchas otras cosas donde también ejerció como dibujante.


Norm Breyfogle


El estadounidense es uno de los dibujantes más emblemáticos de Batman, dónde entre 1987 y 1993 dibujo para Detective Comics, Batman y Shadow of the Bat, casi siempre acompañado por el guionista Alan Grant. En Argentina es especialmente recordado porque aquella época del murciélago salió editada por Perfil a principios de los '90, en uno de los primeros emprendimientos editoriales sobre cómic americano a gran escala. El Batman que dibuja Breyfogle es claro, preciso, dinámico, oscuro sin ser negro y muypoderoso, todo a la vez. Para mi es uno de los diseños más logrados del personaje, con todos los detalles icónicos y mucho movimiento. Junto a Alan Grant escribió grandes historias del personaje, como Anarky in Gotham City (con la creación de Anarky, un intento de nuevo Robin, y a la vez homenaje a Alan Moore), The Mud Pack, Tulpa (con Etrigan), Rite of Passage (donde desarrolla al tercer Robin, Tim Drake) o The Idiot Root. También participó en el crossover Knightfall. Otra de sus creaciones es el villano Ventriloquist, un gran añadido a la pintoresca galería de villanos de Batman. También realizó miniseries y unitarios con el murciélago como Holy Terror, Birth of the Demon, Brotherhood of the Bat, entre otros. En fin, es EL dibujante de Batman de los '90. 


Fuera de éste personaje hizo varios laburos para DC, pero destaco una pequeña historia en Marvel, en Marvel Fanfare #29 (1986) titulada simplemente "Story", donde aparece como guionista y dibujante. La historia de sólo 8 páginas incluye a un Captain America que sin obviedades ni palabras le cambia la vida a dos niños. 


Peter Milligan




El inglés Milligan fue uno de los más prolíficos autores de Vértigo. Creo personajes, historias, desarrollo series del sello hasta constituir quizás uno de los guionistas insignia de aquel submundo. Historias con gore, aventura, sangre, vueltas de tuerca, pero generalmente con mucha inteligencia. Voy a mencionar un par de sus trabajos por los que tengo particular cariño, empezando por The Eaters (1995), un pequeño unitario sobre una familia de la campiña, con un particular hábito: alimentarse de carne humana, Milligan la rompe contando las pequeñas complicaciones que esta costumbre caníbal le genera a una familia nuclear típica. Otro trabajo del autor para Vértigo es Pop! London (2003), donde un músico casi retirado cambia de cuerpo con un joven aspirante a rocker con poco talento para tratar de volver a vivir sus épocas de sexo, droga y rock & roll. Lo que no resulta muy sencillo, ya que, entre otras cosas, el joven había comenzado una relación con la hija del protagonista. También en Vértigo, Milligan continúa muy dignamente el trabajo de Grant Morrison en la serie de Animal Man (#27 a 32, 1990-1991), tomando un camino totalmente distinto, mas surrealista y dándole al personaje algunos agregados que siguen vigentes hasta la actualidad. Fue el último escritor de Hellblazer, durante 50 números, antes de la finalización del título en 2013. 


Para el universo New 52 de DC creo y escribió a la Justice League Dark (2011-2012) durante doce números en los que toma muchos conceptos del antiguo Vértigo (las House of Mystery and House of Secrets, junto a personajes como Zatanna, John Constantine, Black Orchid, Madame Xanadu, Deadman, o su creación, Shade) creando una historia muy interesante y destacable dentro de este relaunch. También escribió algunos números para personajes como Batman, Robin, JLA, Red Lanterns, Tank Girl, incluso en Marvel con Cyclops & Phoenix, Archangel, Magneto, Wolverine, Elektra, Spider-Man, Punisher, Thor, Moon Knight. Su gran creación para Marvel fue el grupo X-Statix (que comienza en X-Force #116-129 y sigue en la propia serie X-Statix #1-26, 2001-2004), junto a Mike Allred. Se trata de un grupo de mutantes que no buscan salvar al mundo gratis, sino como parte de un sangriento reality show. Incluye manijeo entre productores, decisiones basadas en rating, relaciones homosexuales serias, salidas del clóset, muertes al por mayor, viajes psicodélicos, delirios de fama, etc. Incluye también la muerte de todos los personajes en su primer número, y la creación de Doop, uno de los grandes personajes de Marvel del presente siglo.  Podría seguir durante horas relatando trabajos de Milligan, pero esto ya quedó bastante largo. 



Estoy ignorando para no irme al carajo a otros como Rafael Albuquerque (American Vampire, Animal Man); Joe Sacco (Palestine, en el mismo tono periodistico de Guy Delisle) y Thomas Ott. Tampoco quiero dejar de mencionar a los regionales Robin Wood (Dago, Nippur de Lagash); Liniers (Macanudo); Quique Alcatena (Batman, Acero Líquido, Flash, Transmundo); o el gran Horacio Altuna (El Loco Chávez, Las Puertitas del Señor López), entre un montón más. Lo único que me queda es decir que vayan a Comicópolis!.

martes, 29 de julio de 2014

Kryptonita (2011): "Superman, hijo de La Matanza"




La editorial DC inventó durante la década del '90 una línea que llamó "Elseworlds" (Otros Mundos, literalmente, aunque si nos ponemos serios no era otra cosa que patentar las historias imaginarias que habían prosperado desde la Silver Age). Bajo esta premisa publicó una infinidad de aventuras donde sus héroes eran llevados a circunstancias extrañas o extravagantes, siempre fuera de la continuidad oficial. De esta manera, Batman fue un pirata, victoriano, caballero, kriptoniano, soldado anti-Hitler, etc.; mientras que Superman fue herrero medieval, Frankenstein, soldado americano, caballero de la noche, etc. Mark Millar (Kick-Ass, The Ultimates) imaginó un elseworld particular, donde planteaba un mundo donde Superman, en lugar de caer en una granja de Kansas, se estrellaba en un campo comunal de Kiev. Esto fue Superman Red Son, una interesante y bien lograda historia que jugaba con los ideales políticos y económicos de EEUU y la Unión Soviétca de la Guerra Fría. Superman era un soldado del pueblo soviético, y defensor del ideal comunista.

El Superman comunista
de Mark Millar, nada que
envidiarle al kryptoniano
de Isidro Casanova
Leandro Oyola tomó la misma premisa que Millar pero con un importante cambio: imaginó un mundo donde Superman habría caído en un baldío de Isidro Casanova. Kryptonita es una novela argentina de este autor que podría tranquilamente funcionar como un Elseworld del extraterrestre favorito de todos. Es el guión de un cómic que nunca fue dibujado.

Vamos a desarrollarlo un poco. Oyola cuenta la historia de "Náfta Súper", jefe de una banda delictiva del conurbano. El punto de vista elegido es el de un médico nochero del Hospital Paroissien, que se encuentra sorpresivamente atendiendo a este personaje al borde de la muerte. El hospital es tomado por la banda y el médico y una enfermera son retenidos como rehenes y obligados a salvarle la vida a Náfta Súper, que tras una batalla con su mayor enemigo, "el Pelado" es herido con un pedazo de vidrio verde de una botella de Heineken y se encuentra al borde de la muerte. Durante toda la noche los diferentes integrantes de la banda le van contando al doctor sus vidas y la vida del protagonista, y aumentando la mística alrededor del personaje.

El escenario de la épica batalla, a
pasitos de la Ruta 3.
Los personajes y las referencias abundan, algunas más oscuras que otras, pero se puede mencionar a El Fede (alias "El Caballero de la Noche"), policía de la Federal, aliado del Pini (la identidad civil de Náfta Súper), que fue testigo de la muerte de sus padres una noche fría luego de ver El Zorro en el cine; Lady Di, travesti del barrio, enamorada de Súper, hija adoptiva de la travesti cumparsera Hipólita; el "Ráfaga", el más rápido carterista de La Matanza; el "Faisán", que nunca deja de besar su anillo; "Juan Raro", misterioso aliado con dotes detectivescos y muy pocas palabras y la "Cuñataí Gûirá", paraguaya, alienada, la más jóven de la banda (quizás la referencia más oscura de toda la novela). No faltan tampoco los villanos, incluyendo al histriónico negociador de la policía, bastante psicótico y gustoso de hacer bromas; y el Cabeza de Tortuga, un gigantesco GEO que ya mató una vez al Pini. El desarrollo mitológico de los "poderes" del protagonista, sus relaciones y desventuras, un deleite. Un placer encontrar los detalles y las referencias a lo largo de la novela. 

La Super Banda de Náfta Super

Y por otro lado, los condimentos cotidianos del Oeste: la barra de Almirante Brown, los bailes en la Villa, los carnavales, el Jesse James, el intendente. Incluso Oyola se permite referenciar al mayor villano del Conurbano, aquel cabezón que se oculta en las sombras y maneja todos los hilos, pero del que jamás se probó ningún delito. Me dejo para el lector una anécdota que relata la banda y que implica a Carozo, la mitad del dúo de Crónica TV.

La narrativa de la novela es muy sencilla, rápida, y con grandes descripciones, aunque quizás hace un abuso a la hora de ilustrar el lenguaje de la villa, que puede sonar forzado. Mucho Laiseca (que Oyola reconoce abiertamente) y algunas referencias de escritores nacionales, pero con un gusto de lector de cómics y televidente del Timmverse, el universo DC animado de Bruce Timm (que destaca sobre todo en su elección de integrantes de la banda, sus "Super-Amigos").

Bueno, cierro recomendándolo, algo raro pero no ajeno a este blog, dentro de la misma esfera. No soy adepto a las novelas nacionales, y está me cayó de casualidad, pero cada página que leía me sacaba una nueva sonrisa.


Cuidado cuando andes por baldíos
de la zona oeste, quizás te cruces
con bebés alienígenas superfuertes.
También.


sábado, 19 de julio de 2014

It's a Bird... (Vértigo, 2004): "Cómo escribir a Superman"




It's a Bird... es un cómic raro. Esa es la mejor palabra: raro. Se trata de un cómic autoconclusivo que salió bajo el sello Vértigo en 2004. Está escrito por Steven T. Seagle y dibujado por Teddy Kristiansen. El guionista es reconocido por estar siempre a punto de pegar el salto dentro del género superheroico. Ha trabajo con los mutantes de Marvel, en Image con WildCats y Stormwatch, y una larga etapa en Sandman Mystery Theatre. Su obra cumbre sea quizás American Virgin, dentro de Vértigo, que en algún momento comentaremos.

Jugando con los colores del mito...
Pero yendo a este cómic en particular, Seagle a logrado ir más allá. Como obra es magnífica, original y, sobre todo, rara. Se trata de un trabajo autobiográfico, donde Seagle hace un doble juego entre su propia carrera y su vida personal. Por un lado, la Enfermedad de Huntington, un mal de origen genético que asoló a los miembros de su familia, y por otro, el encargo de comenzar a escribir la serie regular de Superman (especificamente el título Superman Vol 2). Seagle hace un constante paraleilismo entre las características del padre de todos los superhéroes con algunos matices de las relaciones personales bajo la angustia de esa enfermedad.




El estilo de dibujo y coloreado de la obra es el mejor que se podía elegir. La mayor parte incluye acuarelas, con una paleta de colores muy limitada, destacando el azul y el rojo del kryptoniano,

Una a una, las particularidades y las aristas del mundo Superman son llevadas y contrastadas con la vida del autor (que podría ser la vida de cualquier persona común).

Lo recomiendo bastante, para meterse en ese tono intimista, introspectivo, para replantearse cosas, y de paso reconocer los alcances que tiene este género en la vida de la gente.

Seagle se pone la capa, y se mete en su propia vida.


lunes, 27 de enero de 2014

Seaguy (Vértigo, 2004): Yellow Submarine & Mickey Mouse mixture


Ya comenté acá un par de cosas de Grant Morrison (Batman Inc., All Star Superman), que está en mi podio de artistas del noveno arte. Grant Morrison es un genio, no puedo discutirlo. Cada obra suya que leo me convence más. Algunos tienen más laureles (como su trabajo en Batman, Doom Patrol, Animal Man o la mencionada All Star Superman) y otros pasan más desapercibidos para el público general (Kill your Boyfriend, Skrull Kill Krew, Marvel Boy), pero incluso en estas obras, el pelado se esmera y saca lo que más le gusta. En esta oportunidad me cruce con uno de sus laburos menos mencionados: Seaguy. Esta serie la hizo durante 2004 bajo el sello Vértigo (el sello "adulto" de DC Comics, lugar donde nacieron quizás los mejores cómics de la década del '90).

Seaguy & Chubby, el Atún flotante fumador
Primero debo confesar algo: no le entré a las buenas cosas de Vértigo hasta hace muy poco. No tenía idea de lo que me perdía. El aura de sello "adulto" que tienen muchos de sus cómics no tiene nada que ver con Seaguy. Empecemos por el argumento. Seaguy trata de un superhéroe, o un intento de superhéroe, en un mundo donde los superhéroes están retirados hace rato, luego de una gran batalla (dónde incluso murió el más grande todos, "Technostrich"). Seaguy se pasa el día aburrido junto a su fiel compañero, Chubby, un atún flotante fumador de habanos que odia el agua. HERMOSO. Con ese contexto, empieza la aventura de Seaguy, que consiste justamente en eso, buscar una aventura (con un pequeño aliciente, la presencia de una mujer barbuda que es el objeto de deseo del héroe, pero ella está esperando a un hombre que demuestre su valor).

Portada de Seaguy #2
Seaguy se embarca en una aventura que lo va a llevar tras un extraño misterio detrás de la Luna, al continente perdido de la Atlántida y a descubrir la verdad tras el misterioso "Mickey Eye". De todo. Para tirarles un poco de idea de por donde va el argumento, estos son los títulos de los tres episodios: "Run, Xoo! Run!" (¡Corre, Xoo, Corre!); "The Wasps of Atlantis" (Las avispas de Atlantis) y "Mummy on the Moon" (Momia en la Luna). Imperdible.

Todo el arte tiene un gran componente caricaturesco, los dibujos de Cameron Stewart te hacen sumergirte en un gran dibujo animado, pero dentro de un mundo completo. Si bien su estilo no es superrealista y tiene un toque caricaturesco, suele ser algo más detallista. En esta oportunidad la vertiente "caricatura" se encuentra algo reforzada por el dibujante, en conjunto al colorista, para mejorar el efecto sobre la historia. Existe una linda edición tipo cartoné que recopila toda la obra, en castellano, de Planeta DeAgostini (que no tengo idea que tan difícil sea de conseguir, yo me la crucé de casualidad).

Mientras escribo esto, me entero que existe una continuación "Seaguy: Slaves of Mickey Eye", de 2009, y que Morrison planeaba hacer una trilogía (Seaguy: Eternal sería la tercera parte) que no encontré si llegó a salir. Ya quiero ver como sigue.

Seaguy y Chubby se aburren, mientras miran
dibujos animados por televisión.

Seaguy es pura psicodelia, un toque de aquel submarino amarillo de los Beatles con la mas bizarra caricatura del ratón Mickey. Una mezcla de las cosas increíbles que pueden surgir de la cabeza de Morrison unido a la capacidad de adecuarse de Stewart. Este cómic escapa de cualquier estándar de la época, y solo puede explicarse a partir del autor.

Seaguy jugando al ajedrez con la Muerte.
Sí, la Muerte también es personaje en la historia.


martes, 29 de octubre de 2013

Torchwood: Children of Earth. Davies se puso hardcore.



Cualquier persona que haya visto la etapa de Doctor Who de Davies la debe recordar, en comparación a la “oscuridad” que le puso Moffat a la serie, como un paseo en el parque durante una tarde soleada de primavera. Esa es la impresión que me quedó a mí sobre los guiones de Russel T. Davies y es desde esa perspectiva que empecé a ver la tercera temporada de Torchwood. Les voy a ser sincero, no me interesaba ver Torchwood de la misma manera que no me interesa ver Las Aventuras de Sarah Jane Smith. Sin embargo hace poco leí en internet, que Steven Moffat planea usar una idea que tenía Russel T. Davies para vincular a dos personajes interpretados por el mismo actor, Peter Capaldi: John Frobisher en Torchwood y Caecilius en Doctor Who. Moffat planea reciclar esta idea ya que el doceavo Doctor será interpretado por Peter Capaldi. Dada esta situación decidí ver esta temporada de Torchwood, donde aparece John Frobisher, así no me pierdo nada de lo que viene en Doctor Who. Para mi sorpresa (y alivio) la temporada solo duró cinco capítulos y no se compone de capítulos unitarios sino que todos forman parte de la misma historia. La mayor sorpresa, sin embargo, no vino por la duración de los capítulos, la mayor sorpresa vino después, cuando termine de ver la temporada. Russel T. Davies nos toma de la mano, nos saca de nuestro paseo por el parque en una tarde de primavera y nos lleva a pasear por un callejón oscuro en un barrio peligroso.
El Capitán Jack Harkness, Gwen Cooper e Ianto Jones, los protagonistas de Torchwood.

La historia es muy atrapante por el misterio que la rodea. Un día cualquiera, todos los niños del mundo entran en una especie de transe y empiezan a repetir al unísono una frase: “We are coming” ("Estamos llegando"). De pronto se quedan callados y vuelven a la normalidad. Torchwood decide comunicarse con el gobierno para ofrecer su ayuda pero el gobierno tiene otro plan para Torchwood y el secretario John Frobisher da la orden de destruir Torchwood y matar a sus integrantes. De esta manera el gobierno intenta ocultar una visita extraterrestre ocurrida en los 60 durante la cual los visitantes ofrecieron la cura a una enfermedad a cambio de 12 niños de la Tierra, hecho en el cual estuvo vinculado Jack Harkness ademas de otros testigos a quien también intentan eliminar. Esta situación se hace más evidente cuando en un nuevo transe los niños del planeta empiezan a repetir la frase: “We are coming back” ("Estamos volviendo"), la cual, si bien confunde a casi todo el mundo, es muy bien interpretada por el gobierno, los 456 (nombre que se le asigna a la especie extraterreste) van a volver y hay que negociar con ellos. El encargado de comunicarse con los visitantes es el secretario John Frobisher dado que ninguno de sus superiores quiere hacerse cargo de lo que pueda pasar. La negociación se vuelve un poco áspera cuando los 456 solicitan a modo de obsequio el 10% de la población de niños del mundo a cambio de no exterminar a la humanidad. Jack, Ianto y Gwen se vuelven prófugos y logran armar su base de operaciones en una base abandonada de Torchwood. Desde ahí y con ayuda de una nueva empleada gubernamental que entiende que algo anda mal en el gobierno, trataran de evitar que la entrega se lleve a cabo.
John Frobisher, un personaje dificil de digerir interpretado por Peter Capaldi.

No quiero contar mucho más porque realmente es una historia recomendable que quisiera que vea quien este leyendo esto. Es una miniserie, por decirlo de alguna manera, cargada de dilemas morales, con una fuerte crítica social, con momentos muy ásperos y difíciles de digerir y con muertes inesperadas. Claramente la historia está pensada para un público adulto y Davies se luce planteando situaciones que incomodan y que nos dejan preguntándonos “¿Qué habría hecho yo? Un detalle interesante, que le suma mucho a la tensión de la trama es el hecho de no ver nunca completamente a los extraterrestres. Ese misterio, el no poder identificar al invasor es un recurso que funciona desde los tiempos de Alien y que está muy bien utilizado en esta historia. En fin, particularmente desconozco como serán las demás temporadas de Torchwood, incluso hubo una cuarta temporada al año siguente, pero la tercera es muy recomendable,aunque sea para verla de manera aislada, ya sea para evaluar si las demás temporadas valen la pena como para ver que nos espera a los fanáticos de Doctor Who con Peter Capaldi.